jueves, 19 de noviembre de 2009

Una experiencia surrealista

Perdonad por el tiempo que he estado sin escribir pero es que una inesperada oferta de trabajo me ha hecho ausentarme durante unos días y sin posibilidades de conectarme. El hecho es que, debido a este puesto de trabajo, a priori maravilloso, he descubierto que siempre es mejor ir con pies de plomo y ser desconfiada antes que tirarse al charco de trabajos ficticios. Os cuento. Me ofrecieron un trabajo para una "tv" local en Marbella que emitía programas por internet y, además, vendían reportajes turísticos para televisiones locales. Cuando llegué allí, ya empecé a sospechar. Nunca había estado en una tele local pero eso de que todo se hiciera en una sola habitación, no me dió buena espina. Con todo ello, me propuse dar todo lo mejor de mí para intentar dar a aquello un cariz de profesionalidad, aspecto del que, un poco más tarde, me di cuenta que para nada tenía. ¿Y qué decir de los dueños? Por un lado, del marido me dijeron que tenía alguna que otra causa pendiente con la justicia. Por otro lado, la mujer, que debe rozar la setentena, provocó en mí una sensación de miedo (por su aspecto) y a la misma vez de enfado cuando intentaba que hiciese todo lo contrario a lo aprendido en la facultad y en la radio. Con todo esto y ante las críticas que escuché de colegas, decidí abandonar mi aventura marbellí porque sólo iba a mermar mi bolsillo. Lo único positivo es que he conocido Marbella y me fastidia no haberme quedado allí porque es una ciudad que mola. En fin, todo pasa por algo. Estoy segura de ello.

2 comentarios:

  1. vaya tela, hija. Y sí, Marbella es una pasadilla. Yo me iba con los ojos cerrados.

    BESOS

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  2. madre mía, pues menudo xasco chavala, pero weno... todo lo bueno se hace esperar... (+ o -, jajaja)
    Águeda

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