El caso Acobiomol

Hace unos días una noticia me llamó especialmente la atención. Dos supuestos médicos y biológos van a ser juzgados en Cádiz por vender un medicamento milagroso que curaba las enfermedades terminales. Estos individuos habían estafado a siete personas que no vieron otra salida a la enfermedad de sus familiares que adquirir este producto engañoso, un placebo como dirían los profesionales médicos. Es sorprendente cómo puede haber gente que juegue de esa manera con las ilusiones y esperanzas de otras personas que sólo anhelan la recuperación de sus seres queridos. ¡Cómo es posible que se sienten delante de ellos y les roben el dinero de esa manera, sin remordimiento de conciencia alguno! Ahora, cinco años después, los acusados se sentarán en el banquillo. Puede que la pena que les imponga el juez les haga pensárselo detenidamente la próxima vez que decidan hacerse de oro. Pero... ¿qué pasa con las familias afectadas? Tal y como ocurre en demasiadas ocasiones han vuelto a ser las víctimas de un fraude que otras veces, tiene lugar en casas de curanderos y lugares que, supuestamente, tienen un misticismo especial capaz de erradicar todo mal a las personas que lo visitan, al menos, una vez en su vida. ¿Acaso alguién se cree que pueda haber personas con semejantes poderes o sitios que encierran la solución a todo problema? Otra estafa esta disfrazada con demasiados colores y vacío legal.