martes, 1 de diciembre de 2009

Juzgado injustamente

Diego nunca olvidará a la hija de su novia. Y no solamente porque haya fallecido cuando contaba con 3 años de edad, sino por haber sido juzgado injustamente. Me imagino que todos estaréis al tanto de lo sucedido porque es una de las noticias que, sin duda, más puede conmover a la sociedad. Este canario fue detenido por un delito que no cometió, aunque ahora las miradas se deberían dirigir hacia los profesionales médicos, por un lado, y la prensa, por otro. ¿Cómo es posible que un doctor de Medicina General confunda una caída de un columpio que le produjo a la pequeña un edema cerebral con una violación y malos tratos físicos? Increible. Pero eso no es todo. Si miramos lo que han hecho la mayoría de los medios de comunicación a nivel nacional, se nos debería caer la cara de vergüenza. Y es que la frase "no dejes que una noticia te estropee un buen titular", aquí cobra mucho sentido. Quizá sin darnos cuenta nuestros rotativos más importantes se van pareciendo cada vez más a los tabloides ingleses. El sensacionalismo cada vez está más presente en las páginas de los periódicos y, al paso que vamos, la sección del corazón pasará de tener un o dos páginas, como mucho, a un lugar destacado como la Política o la Economía. Aunque rectificar es de sabios y no dudo que los medios reconocerán su error, el daño ocasionado a Diego será difícilmente reparable y no sería de extrañar que las secuelas psicológicas estén presentes años y años. Sería interesante ver si, a partir de ahora, los responsables de los medios reflexionan antes de publicar noticias sin estar totalmente seguros de lo sucedido. De no ser así la lista de perjudicados puede ser interminable.

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