domingo, 20 de diciembre de 2009

Días complicados

Aunque los que habitualmente me leéis sabéis que suelo escribir sobre temas de candente actualidad, y podría hablaros hoy, por ejemplo, de las conclusiones extraídas de la última Cumbre sobre el Cambio Climático de Copenhgue, he creído conveniente dejar en el blog una reflexión sobre la Navidad. A pesar de que el "espíritu navideño" llega a los centros comerciales cada vez más temprano, no será hasta el próximo martes cuando comience de forma oficial la "feliz" Navidad. Y pongo esta palabra entrecomillada porque son días muy difíciles para muchas personas. A la falta de seres queridos, este año se suma la crisis que no nos da una tregua ni en estas fechas. ¿Es necesario gastarse una pasta en marisco, jamón y demás exquisiteces si no sabemos cómo pintará el futuro para nosotros? ¿Hay necesidad también de cubrirnos con caras vestimentas cuándo hay algo en nuestro interior que nos impide disfrutar de estas fiestas? La verdad es que yo no me puedo quejar, me considero muy afortunada. Sí que este año soy una más en esa larga lista de personas que no sabemos cuál es el camino idóneo para poner fin a nuestros problemas, en mi caso, laborales. Pero insisto, soy muy afortunada y, además, una indecisa confesa. Para los que adoran el dinero, ya les queda muy poco para que se celebre el sorteo más famoso de nuestro país. Este año deseo que esté más repartido que nunca. Aún así os pido que ante las dificultades que podamos vivir, intentemos pasar estos días lo mejor posible y brindemos para que 2010 sea más benévolo, por favor!

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