Cuernos en el Gobierno

Seguro que todos os habéis enterado de lo que ha sucedido en el Gobierno de Irlanda del Norte. La infidelidad de la esposa del Primer Ministro con un joven, veinte años menor que ella, ha puesto en jaque a los poderes públicos del gobierno norinlandés. Lo que vienen siendo unos cuernos que pueden darse en cualquier familia sin distinción de estatus social ha "animado" la política en Irlanda y en toda Europa. Ayer mientras veía en un informativo las repercusiones que puede tener esta infidelidad, la noticia contenía una imagen del hasta ahora feliz matrimonio con otros conyúges que también cobraron protagonismo a raíz del escándalo de su presidente con su secretaria (no hace falta decir de quiénes se trata). Esto que supuso un duro varapalo para el Gobierno de Estados Unidos, lejos de terminar con la carrera política de los protagonistas, les procuró una mejor imagen ante sus conciudadanos. El que causó la infidelidad, logró el "perdón" de la sociedad. La engañada, hizo de tripas corazón y actualmente es la secretaria de Estado de Estados Unidos. Lo que vengo a decir es que todo depende ahora de la "rentabilidad" que le puedan dar al asunto el matrimonio Robinson. Tampoco hay que perder de vista al jovencito que ha conseguido montar su propio negocio, al parecer, gracias al dinero que ha conseguido de los fondos públicos a través de su amante. Seguro que se hará tan popular como la famosa secretaria pero confío en que esa popularidad sea efímera. Lo que sí se da por hecho es la inminente dimisión de la Señora Robinson como diputada. ¡Faltaría más! pero... ¿por qué no hizo lo mismo Clinton? Otra vez el sexo del "culpable" determina el peso de la balanza.